Descripción de la campaña:
Las redes sociales (RRSS) están diseñadas para provocar su uso.
Sin caer en rasgarse las vestiduras y bloquear su uso –porque también son una
herramienta excepcional de trabajo, estudio y relacionamiento social–, es
cierto, las redes y otros servicios se han hecho para atraer la atención de las
personas, para que las consuman tanto como sea posible.
¿Qué hace que las RRSS sean tan adictivas?
- La
validación social: es una parte importante del ser humano. Un
‘Me gusta’ o un ‘Favorito’ es una señal social que nos hace sentir bien.
-‘Fear
of Missing Out’ (Fomo): se refiere a perderse algo y es un gran
impulsor del uso de las RRSS. Este es un tema especialmente sensible para los
menores de 30 años; les genera ansiedad el estar fuera de eso de lo que todo el
mundo habla.
- Ego: se
necesita de una plataforma para mostrarse y las RRSS son la respuesta. Estamos
en la sociedad del ‘yo’ con una obsesión del ‘yo’, que nos impulsa a actualizar
nuestro estado y a que nos etiqueten en fotos.
- Aumentan
la comparación social y la autoestima: las personas se
comparan para evaluar sentimientos, fortalezas, debilidades y habilidades. El
tener las conexiones sociales reafirmadas les hace sentirse bien. Sin embargo,
es un arma de doble filo porque, así como aumenta la autoestima en unos casos,
destruye la de otras personas cuando se sienten inferiores.
- Química
cerebral: las RRSS son adictivas física y
psicológicamente. Un estudio de la Universidad
de Harvard demostró que el acto de revelar información sobre uno mismo
activa la misma parte del cerebro que está asociada con la sensación de placer;
el mismo que se activa cuando se ingiere una sustancia adictiva.
El uso de RRSS puede ser un detonador de ansiedad, y por eso no
es de extrañar que se hayan creado
redes sociales sin ‘Me gusta’, precisamente para reducir esa ansiedad. Sin
embargo, esta no es la única manera de manejar este tipo de situaciones.
¿Qué se puede hacer para reducir la ansiedad que generan las
RRSS? Autorregularse, hacerse cargo de la situación.
Evita la sobreinformación
La pandemia demostró que la
infoxicación genera ansiedad. No se trata de vivir desinformados, pero
sí de hacer una selección de lo que se consume y cuándo se consume. Por ej.,
las cuentas de entes gubernamentales u otros actores relevantes, medios de
comunicación veraces, líderes de opinión de tus temas de interés (e incluso de
otras orillas para mantener un equilibro de informaciones), o medios
especialistas en verificación de datos.
Establece horarios
Organizar tu horario es sumamente importante por salud mental y
productividad. Puedes usar temporizadores o recordatorios para indicar los
tiempos y controlar tu tiempo en pantalla o activar las notificaciones que te
permiten verlo. Además, algunas apps te permiten llevar ese control (en el
apartado ‘Tu actividad’). Es un ejercicio de autorregulación que también
incidirá en factores como la productividad.
Puedes definir bloques de tiempo en tu cronograma para revisar
redes; en los demás segmentos, enfócate en lo que tienes que
enfocarte: descansar, dormir, relacionarte..
Un paso importante es también compartirlos con los demás.
Pero la primera persona que debe respetar esos horarios es cada uno.
Los efectos negativos sobre el bienestar llegan hasta la depresión,
pasando por la ansiedad o soledad, pero también inciden en el sueño, afectan la
memoria e incluso generan dolencias físicas, entre otros.
La luz de los dispositivos móviles puede suprimir la liberación
de melatonina, la hormona que regula el estado fisiológico y que induce el
sueño. En condiciones naturales, la falta de luz nos permite
dormir, pero la luz artificial de los dispositivos es capaz de
suprimir la secreción de melatonina.
Cambia el foco de atención
Las investigaciones muestran que la ansiedad social viene con la
concentración en uno mismo. Trata de centrarte más en el contenido de
otros creadores que en el tuyo. En lugar de revisar likes recibidos,
disfruta con otro contenido, ojalá positivo como cuentas motivacionales
o podcast inspiradores. Busca personas y publicaciones que te hagan feliz
y trata de ver las publicaciones de los otros de manera positiva
Teléfonos: ni lo primero, ni lo último en el día
Existen pautas sobre cómo optimizar la relación con el teléfono
y una de las más habituales es poner horarios o, en su defecto, límites
Por ejemplo, Amikam
Yalovezky, conferencista y creador de Tiger Academy, recomienda que las
últimas 2 horas del día estén alejadas del teléfono; esto implicaría que lo
último que se hace antes de ir a dormir no sea revisarlo. Pero para que el
ciclo sea mejor, el teléfono tampoco debe ser lo primero que se mire al
despertar. Yalovetzky recomienda algo tan básico como que el despertador no sea
el del teléfono, porque al desactivarlo se convierte en una
tentación.
Pero en todo caso, procura que tus primeros minutos del día no
se vayan al teléfono. Si es posible, saca estos dispositivos de tu habitación.
Genera tus grupos de apoyo
Es necesario hablar de la salud mental, y una forma de tratar
las afectaciones es a través de grupos de apoyo. Hablar con otras personas y
compartir experiencias con quienes hayan vivido situaciones similares. Para
estos casos, paradójicamente, los grupos en
Facebook ayudan. A esto se le suma el generar redes de apoyo, personas
a quienes recurrir cuando suceda algo, o pide ayuda.
Haz un ‘detox’ de redes
En ocasiones es saludable alejarse de las RRSS. Dependiendo del
caso, considera las siguientes opciones:
· Elimina
tus apps de RRSS del teléfono: accede a ellas desde tu ordenador personal para
ayudar a disminuir el tiempo empleado en RRSS.
· Aléjate
de las RRSS por una temporada, permítete tener unas vacaciones. Borra las
aplicaciones y no accedas ni siquiera desde la web. Eventualmente, regresa al
entorno de descanso tantas veces como sea necesario. Dependiendo de tus necesidades,
ese descanso puede durar 1 día por semana, un mes completo o una temporada
definida por ti… Hay muchos Youtubers y Influencers que lo hacen de forma
periódica. Permítete tener el control de esta decisión.
· Apaga o
aleja el teléfono cuando necesites concentrarte, para trabajar, estudiar, o
para compartir con otras personas. Ignóralo momentáneamente. Si te es difícil,
apágalo o entrégalo a alguien más.
· Desactiva
notificaciones, ya que son un imán para llevarnos a la pantalla.
Realiza otras actividades
Busca un pasatiempo que no esté relacionado con la tecnología.
Los beneficios de realizar actividad física se han establecido
desde hace mucho tiempo, porque se producen endorfinas: sustancias químicas en
el cerebro que actúan como analgésicos naturales. También se ha demostrado que
el realizar actividad física regularmente disminuye los niveles de tensión,
eleva y estabiliza el estado de ánimo, mejora el sueño y la autoestima. Hay
muchos tipos de actividades físicas, y con tan solo 5 minutos al día se pueden
comenzar a estimular los efectos ansiolíticos.
La actividad física es considerada vital para mantener la
aptitud mental, para mejorar el estado de alerta, la concentración y la función
cognitiva general. Esto puede resultar especialmente útil cuando el estrés
absorbe tu energía o tu capacidad de concentración.
Pregúntate a ti mismo, a tus familiares y amigos: ¿cuál es la red social que mayor
ansiedad les genera y qué hacen al respecto? En esos
círculos cercanos puede encontrar buenos consejos.
Las RRSS pueden convertirse en una verdadera pérdida de tiempo
cuando se siente la necesidad de revisarlas frecuentemente y no se logra
controlar este impulso. Esa obsesión llega a afectar las obligaciones laborales
o sociales, sin que los usuarios lo noten.
Así pues, es necesario utilizar nuestro #PoderDigital e
implementar varias estrategias para reducir el consumo de estos servicios. Eso
sí, ten presente que la abstinencia total de las RRSS no es una opción, pues la
idea no es dejar de usarlas sino simplemente controlar su utilización.